El mercado de la moda ha cambiado mucho en los últimos años. A pesar de que el fast fashion ha dominado durante mucho tiempo por sus precios accesibles y su gran variedad, el aumento de precios debido a la inflación y la competencia con el ultra fast fashion no han mejorado la calidad de las prendas. Al mismo tiempo, la moda artesanal y de alta calidad se posiciona como una opción más sostenible y, sorprendentemente, más rentable a largo plazo. Además, existen maneras inteligentes de mantener la variedad sin caer en el ciclo del consumo constante.
La inflación en el fast fashion: precios más altos, misma baja calidad
ELos precios en la moda rápida han aumentado entre un 10% y 15% en los últimos años, debido a una combinación de factores como la interrupción de la cadena de suministro, el aumento de los costes de materias primas y transporte, y la competencia con el ultra fast fashion. Marcas como Shein, que venden productos extremadamente baratos en grandes volúmenes, han empujado a las marcas de fast fashion tradicionales a subir sus precios, mientras intentan reposicionarse en el mercado como marcas de gama media.
Este intento de transformación busca mejorar su imagen a través de estrategias de marketing, pero lo cierto es que estos aumentos de precio no vienen acompañados de una mejora en la calidad de los productos. Los consumidores están pagando más por la misma ropa de baja calidad que se desgasta tras unos pocos usos.
Ultra fast fashion vs. fast fashion: la competencia encarece la moda
El ultra fast fashion ha llevado al fast fashion tradicional a un punto de inflexión. Con marcas como Shein liderando este nuevo segmento de la industria, vendiendo prendas a precios increíblemente bajos y renovando colecciones casi diariamente, las marcas de fast fashion como Zara o H&M se han visto obligadas a reposicionarse. Esta competencia no solo ha creado una guerra de precios en ciertos productos, sino que también ha llevado a las marcas de fast fashion a querer distanciarse de su imagen barata, lo que ha resultado en intentos de reposicionarse como marcas de gama media. Esto ha causado un aumento de precios sin que las mejoras en la calidad sean evidentes.
¿Cómo resolver la necesidad de variedad sin caer en el ciclo del fast fashion?
La principal atracción del fast fashion es la posibilidad de acceder a muchas prendas diferentes a precios bajos, lo que permite cambiar de estilo constantemente. Sin embargo, la calidad limitada significa que estas prendas deben ser reemplazadas rápidamente, generando un ciclo de compras sin fin. Afortunadamente, hay formas de mantener un armario variado y dinámico sin recurrir al fast fashion:
- Prendas versátiles y de calidad: Invertir en piezas bien confeccionadas no significa renunciar a la variedad. Estas prendas suelen ser más fáciles de combinar, permitiéndote crear diferentes estilos con menos piezas. Un jersey bien hecho, por ejemplo, puede adaptarse a diversas ocasiones con simples cambios en los accesorios.
- Personalización: Optar por prendas personalizables te permite mantener un estilo único sin necesidad de acumular prendas que luego dejas de usar. Al personalizar, cada pieza se adapta a tus gustos y necesidades, lo que alarga su tiempo de uso.
- Accesorios clave: Los accesorios como bufandas, joyas o bolsos transforman cualquier look. Un armario más reducido, pero lleno de piezas bien seleccionadas, puede verse renovado constantemente con los complementos adecuados.
¿Cuánto dura la ropa de fast fashion?
A pesar de estos intentos de reposicionamiento, las prendas de fast fashion siguen siendo de baja calidad. De media, una prenda de fast fashion se usa entre 7 y 10 veces antes de comenzar a mostrar signos de desgaste, como costuras deshilachadas, pérdida de color o deformación. Aunque los precios han subido, la durabilidad sigue siendo baja, lo que lleva a que muchas personas reemplacen estas prendas rápidamente.
¿Cuánto dura una prenda artesanal de alta calidad?
En contraste, una prenda artesanal, confeccionada con materiales sostenibles y procesos de calidad, puede durar fácilmente entre 50 y 100 usos, o incluso más si se cuida adecuadamente. Estas prendas están diseñadas para resistir el paso del tiempo, tanto en términos de estilo como de durabilidad, lo que las convierte en una inversión a largo plazo mucho más rentable.
Comparativa de coste por uso: Fast fashion vs. moda artesanal
Veamos cómo se compara el coste de tener varias prendas de fast fashion frente a una prenda de calidad que te durará muchos años:
3 jerseys de fast fashion:
Precio medio: 30€ cada uno
Total gastado: 90€
Número de usos promedio por jersey: 15
Total de usos: 3 jerseys x 15 usos = 45 usos
Coste por uso: 90€ ÷ 45 usos = 2€ por uso
VS
Jersey artesanal personalizable:
Precio: 300€
Número de usos promedio: 150 usos
Coste por uso: 300€ ÷ 150 usos = 2€ por uso
Hasta aquí, el coste por uso es el mismo. Sin embargo, el jersey artesanal tiene una vida útil mucho mayor, mientras que las prendas de fast fashion tendrán que ser reemplazadas varias veces. A lo largo de 5 años, podrías acabar comprando 15 jerseys de fast fashion (3 por año), lo que supondría un gasto total de:
15 jerseys x 30€ = 450€ en 5 años.
En cambio, un solo jersey artesanal de 300€ podría durar esos 5 años o más, representando un ahorro de 150€ en comparación con las prendas de fast fashion. Además, al ser personalizable y de alta calidad, el jersey artesanal mantendrá su forma, color y estilo durante más tiempo.
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La trampa del fast fashion
El fast fashion puede parecer atractivo por la cantidad de opciones disponibles a bajo coste, pero al final resulta más caro debido al ciclo de reemplazo constante. Lo que parece variedad se convierte en acumulación de ropa de baja calidad que pronto deja de gustar o se daña. En lugar de gastar constantemente en prendas que solo durarán unos meses, invertir en menos piezas, pero de mayor calidad, te permite disfrutar de un armario más funcional, estiloso y duradero.
Beneficios adicionales de la moda artesanal
- Sostenibilidad: Las prendas de calidad, hechas con materiales sostenibles, no solo duran más, sino que también tienen un menor impacto ambiental. Al comprar menos, estás reduciendo tu huella de carbono y contribuyendo a un consumo más responsable.
- Exclusividad: Las prendas hechas a mano suelen ser únicas y personalizables, lo que te permite tener un estilo propio sin necesidad de comprar en exceso.
- Comodidad y durabilidad: La ropa de mayor calidad ofrece mejor ajuste y mayor comodidad, manteniéndose en buen estado por mucho más tiempo que las prendas de moda rápida.
- Ahorro a largo plazo: Aunque la inversión inicial es mayor, a largo plazo ahorras dinero al no tener que reemplazar las prendas constantemente.
Conclusión: invertir en calidad es invertir en ti
Al final, elegir prendas de mayor calidad no solo beneficia a tu bolsillo, sino también a tu estilo y al planeta. Con un armario compuesto por piezas cuidadosamente seleccionadas y complementos estratégicos, puedes disfrutar de la variedad sin caer en el ciclo de consumo constante que caracteriza al fast fashion.
Invertir en moda de calidad no significa renunciar a la variedad, sino todo lo contrario. Con menos prendas bien seleccionadas y el uso de accesorios, puedes crear un armario dinámico y variado que no requiera reemplazos constantes. Al final, la moda rápida puede parecer una opción más económica, pero a largo plazo, comprar prendas de calidad es la opción más rentable, sostenible y estilosa.